miércoles, 19 de junio de 2013

Periodismo: Ética VS Dinero

El sector de la comunicación escrita, como todas las profesiones,
es víctima de la falta de ética


Ya lo explicaba, el periodista y Premio Nobel, Gabriel García Márquez: “Nos preocupa la crisis ética del periodismo escrito. El empleo vicioso de las comillas en declaraciones falsas o ciertas facilita equívocos inocentes o deliberados, manipulaciones malignas o tergiversaciones venenosas que le dan a la noticia la magnitud de un arma mortal...”.Se entiende que la ética del periodismo es la manera de ser y de hacer del periodista, regida por su identificación con la verdad, la equidad, el respeto por la dignidad e intimidad de las personas, el ejercicio de la responsabilidad social y la búsqueda del bien común. Pero estos conceptos, a veces, son vulnerados en el ejercicio de la profesión.

En el periodismo, igual que en el resto de los oficios, la honestidad intelectual es un requisito. Iñaki Soto, director del diario Gara, lo explica de la siguiente forma: “Igual que un albañil no puede decir que será capaz de arreglar una avería si no lo va a poder hacer o que el otro debe cumplir, dentro de sus posibilidades y de la relación de poder que haya logrado, la agenda con la que se presentó a unas elecciones, el periodista tiene la obligación de decir la verdad, de contar lo sucedido, de ser honesto en su trabajo, que se basa en contar historias, enfocarlas, analizarlas y contextualizarlas, entre otras muchas cosas”.

César Coca, director adjunto del diario El Correo y profesor en la UPV-EHU, fortalece lo que afirma Soto. No cree “que los periodistas tengan un comportamiento ético peor que el de los veterinarios, los peones de la construcción o los fontaneros, lo que ocurre es que se nota más”. Para explicarlo recurre a un dicho: “Los médicos entierran sus errores, los abogados los mandan a la cárcel pero los periodistas las firman con su nombre y las publican en una página del periódico. Cuando un periodista tiene un carácter poco ético se le nota más porque tiene un trabajo de cara a todo el público. Si un médico la lía solo se entera la familia, no se entera la sociedad entera, cosa que si que ocurre con nuestra profesión”.



¿Afecta la crisis económica?
En el periodo de 2008-2009 los periodistas desempleados eran 3,030, en la actualidad la cifra ha aumentado hasta alcanzar los 6,500 parados. Una subida de más del 50% en solo cuatro años. Esta es la terrible consecuencia de la crisis económica y del cambio que están viviendo en las plantillas de los medios de comunicación por la conversión del papel al ordenador. ¿Afecta la crisis económica a la ética periodística? Begoña Zalbidea, profesora de Periodismo en la UPV-EHU y especializada en la ética y deontología periodística, lo afirma: “La crisis económica afecta pero como a todas las profesiones. Si yo no tengo unos ingresos que me permitan vivir dignamente estoy más abierta a prestarme a juegos ajenos de forma ilícita”.

En la misma línea se sitúa Iñaki Soto al afirmar que “puede afectar, en la medida en que da mayor margen al chantaje socio-laboral”. “La precariedad ha crecido exponencialmente en nuestro sector, lo que supone que las condiciones de los periodistas son peores y su relación de poder respecto a otros intereses y poderes mucho más débil. Pero dependerá de las personas, los periodistas, y de los medios y su independencia respecto a esos intereses”, explica Soto. Martxelo Díaz, redactor en el mismo diario también cree que la crisis económica perjudica a la ética periodística: “Por ejemplo, ante la exigencia de cerrar una edición pueden darse prácticas no acordes con la ética, como la falta de confirmación de fuentes. La escasez de medios no debería ser una excusa, pero lamentablemente es algo que se da. Y me temo que cada vez con más frecuencia”.

Cesar Coca: “Trabajamos más por menos dinero”

Por su parte, Coca rebate estas opiniones. Para él la crisis económica sí que afecta en el hecho de que los periodistas aceptan trabajos que antes rechazaban, hace cuatro años “no se hacían determinadas cosas porque no apetecía o porque al profesional no le parecía digno”, pero ahora se hacen. El director adjunto de El Correo no cree que esto sea un problema de ética, sino de que los profesionales de la información se están dando cuenta de la crisis que está viviendo el sector y “trabajan más por menos dinero”, igual que está ocurriendo en muchas otras profesiones.

¿Sistemas de autorregulación?
El año pasado Servimedia y Estudio de Comunicación elaboraron un análisis que abordaba cuestiones que tienen que ver con la ética periodística de la sociedad actual. Su primera fase se basó en conversaciones con las redacciones de 35 medios de comunicación y, la segunda, en una encuesta a sus directores, editores y defensores de la audiencia. En este estudio la mayoría de los encuestados coincidían en que es necesario disponer de un sistema de autorregulación que ampare la libertad de expresión.

Begoña Zalbidea cree que el mejor sistema de autorregulación es “el sentido común”. Si partimos de que un profesional de la información ya de por sí sabe lo que es la verdad y lo que es la mentira, lo que está bien hecho y lo que está mal, bastaría con aplicar su propio sentido común para que fuese éticamente correcto. Zalbidea rechaza cualquier regulación que tenga que ver con el Gobierno, pues considera que supondría un límite para la libertad de expresión.

Soto se posiciona en la misma línea, dice creer más en “la educación que en los códigos”, aunque no está contra ellos si se aplican bien. Él ofrece una faceta más allá del periodista que sale de las Facultades de Información. Soto que no estudió Periodismo no cuestiona lo que se aprende en la carrera, pero cree que la mejor forma de autorregularse, es mantener las redacciones y el trabajo colectivo. Se explaya: “Las redacciones y la cadena de transmisión de generación en generación de los valores de un medio y del oficio son muy importantes. Es lo que puede llegar a hacer que la honestidad intelectual se pase de un profesional a otro.”. Martxelo Díaz está de acuerdo con la opinión del director de su medio pero recalca que él no cree en medidas de autorregulación impuestas por organismos que no viven el día a día de los medios, “es necesario que los periodistas sean honestos, pero eso es algo que cae en el ámbito de la responsabilidad personal”.

Martxelo Díaz: “Es necesario que los periodistas sean honestos”

Pos su parte, Coca afirma que para él el mismo hecho de que exista un director del medio es un sistema de autorregulación. “Yo no conozco ningún medio de comunicación en el que el director pille a un redactor que se ha vendido o que está buscando un negocio propio y que no le mande a la calle. Un director no quiere que un periodista de su medio esté cobrando por un trabajo, porque no es fiable y quita fiabilidad al medio”, aclara el director adjunto de El Correo.

¿Quién es el “culpable”?
Cuando un periodista cumple una falta ética la responsabilidad social siempre recae sobre su persona, ya sea de forma profesional o personal. Aún así algunos profesionales tienen cierto dilema acerca de si la responsabilidad es completamente de los periodistas o también de las empresas (editoriales, publicitarias...) que son muchas veces las que presionan a los primeros para que comentan acciones ilícitas. Pero la verdad es que cada uno tiene que hacerse responsable de sus acciones, y esto vale para una empresa que chantajea o presiona para hacer algo inmoral a un empleado que para el empleado, que, por las razones que sea, lo asume.

Soto, dice que no es quién para juzgar y que no le gusta actuar de fiscal pero aún así da su visión acerca del tema: “Creo que hay intereses muy oscuros, muy perversos, que obligan a las personas a actuar de maneras que no deberían actuar, que de hecho no actuarían si fuesen libres para decidir qué hacer. Pero yo no soy nadie para juzgar esas situaciones, que en muchos casos tienen una explicación perfectamente humana y comprensible. Puesto que el sistema es perverso, de eso no hay duda, no sé hasta qué punto esto tiene que ver con el periodismo o con el propio sistema capitalista y las relaciones de poder que establece. Bueno, sí, como puedes imaginar, en realidad creo que es más lo segundo, y que lo nuestro es una consecuencia”.

Zalbidea: “Hoy en día tenemos los medios
suficientes para quejarnos”

Para que este punto quedé claro hay que remontarse a la labor del periodista: informar a la sociedad, transcribir lo que dice el poder para que lo entienda la ciudadanía y ser un medio de defensa para la población. En el momento en el que un periodista se deja presionar está dejando de servir al pueblo, por lo que está dejando de elaborar correctamente su trabajo. Por mucho que una empresa haya sido la que le ha presionado él o ella ha sido quien ha dejado de realizar bien su labor por lo que la responsabilidad es suya. Además, como explica Zalbidea, si un periodista ve que le presionan hay que negarse y “hoy en día tenemos los medios suficientes para poder hacerlo”. Si el profesional no acude a los órganos que pueden protegerle de estas presiones (Comités, dirección del medio, la FAPE), está formando parte de este tramado.


Despiece:
Conclusiones del estudio de Servimedia y Estudio de Comunicación
1. Tendencia a reconocer que la crisis actual perjudica a la ética.
2. Los profesionales españoles, en general, se inclinan por un sistema de autorregulación
3. A pesar de ello, solo el 46%de los Medios encuestados cuentan con un código
deontológico El 60% dispone de manual de estilo.
4. La mitad de los directores y todos los editores consideran que no es necesaria la existencia de una figura que vele por el cumplimiento de los principios de ética.
5. Casi todos los directores de medios cree que la rigurosidad ética también tiene que ser aplicada cuando los profesionales usan las redes sociales-
6. Existe un rechazo casi unánime a la adquisición de competencias jurídicas por parte de los órganos reguladores
7. Los profesionales destacan la importancia de la transmisión oral de los principios éticos, a través del diálogo, el trabajo en equipo y el ejemplo de los periodistas veteranos.



FUENTES ENTREVISTADAS:
César Coca: director adjunto de El Correo
Iñaki Soto: Directo del Gara
Martxelo Díaz: Redactor del Gara
Begoña Zalbide: Jefa del departamento de Periodismo I en la UPV-EHU